jueves, 25 de octubre de 2012

Enfermedades de invierno

- Si no fueran ciegos
nos verían esta luz que habita en nuestro pecho.
- Hijo, abrígate bien. Y ponte la bufanda.
No vayas a coger alguna bala en los pulmones.
Que no está el tiempo bueno todavía.

- Llegará el tiempo
de los hombres desnudos,
madre,
y ¡ay de los que entonces
no tengan nuestra luz dentro del pecho!
Ay de los oscuros.
Se morirán podridos de su noche.

- Pero mientras llega el verano,
cuando salgas,
tú abrígate bien el pecho, hijo mío.

Jesús López Pacheco.



viernes, 19 de octubre de 2012


¿Dónde estaban los que no estuvieron en la manifestación?
La mayoría, para qué engañarnos, no fueron a la de esta tarde ni irán a las siguientes. Otra parte muy grande está muy cansada de patear adoquines para descubrir la playa.
Pero hay otros que os estamos esperando. Esperando a que salgáis a decir basta, a que salgáis corriendo detrás de ellos, a que nos busquéis, a encontrarnos con vosotros. En eso trabajamos, en eso seguimos.
¿Dónde estaba esa mayoría silenciosa de la que habla el presidente del gobierno?
La mayoría, para qué mentirnos, está callada por desidia. La mayoría aún no ve, aún no puede ver. Otra parte muy grande está muy cansada al volver del trabajo, o a no volver de ningún sitio, está muy cansada de no saber si mañana va a volver al trabajo, o si no va a volver al sitio que nunca fue. Está muy cansada de coger el tren que cada día cuesta más caro.
Pero hay otros que están debatiendo pesados documentos para ver dónde pueden alcanzaros, para ver si pueden dar donde duele, para ver si existe una lucecita en el fondo- Están intentando decir lo mismo que dijeron otros que no convencieron, que traicionaron, otras que lucharon pero que no os creísteis, otros que os creísteis y ya no están. Están haciendo malabarismos con las palabras, en grupos de 3, de 5, de 10 personas que se tragan reuniones insoportables los fines de semana y que dejan la puerta abierta por si alguien va a visitarlos. Y alguna vez aparece alguien y decide quedarse a ver qué es eso de construir mayorías que griten basta. Otras veces no viene nadie, pero seguirán estando la siguiente semana y seguirán dejando la puerta abierta.
Otras tratan de buscar una alternativa a los estatutos y al programa. Unos, por ejemplo, queman papeleras, creo que intentan decir que una ciudad incendiada es una ciudad que hay que reconstruir, aunque no sé seguro si quieren decir eso.
Ahora voy a hablar de los otros, los que, por ejemplo, se dedican a lanzar palabras en un escenario, en una sala que a veces está medio vacía y otras medio llena. A esos los conozco bien. Ahora me imagino a Marimar con sus respiraciones antes de empezar, cerrando los ojos y preparando sus pastillitas de menta en un rincón, avisando dónde las deja para que nadie las tire. Y me imagino a Óscar, fumándose el último cigarro antes de entrar, más nervioso si al final le ha tocado actuar otra vez. También te imagino a ti, con tus ojos abiertos hasta el último momento, y a mí, queriendo decirte que todo va a salir bien, que nada puede salirnos mal si te tenemos a ti cerca.