jueves, 6 de marzo de 2008

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Aunque haga frío siempre me quedo a menos de 0º cuando te vas. Aunque no me toques, aunque ni me mires a veces...

Más y más frío.



Aunque espere y siempre lleve pañuelos en el cuello.

sábado, 16 de febrero de 2008

Todo arde si le aplicas la chispa adecuada.

Pueden golpearme en la cara las estrellas que vemos en los descampados de la ciudad más gris de la periferia. Y estoy acostumbrándome a hacer aterrizajes forzosos mientras tejo mis alas con los hilos que encuentro esparcidos entre mis recuerdos.
Eras octubre y mil tormentas, y he aprendido que si hay que hacer equilibrios para llegar a ti lo mejor es respirar, no preguntarse nada y cerrar los ojos. Ahora sólo tengo miedo de que los grados bajen más en febrero.
Por lo demás, si es que hay más, el pensamiento es un idioma de signos sin sentido.

Ah, y una frase porque Granada vuelve y me remueve, porque mirar a la Alhambra es sentirte invadida...porque echo de menos sus calles construídas con poesía y gatos...
" Que no sea eterno puesto que es llama, pero que sea infinito en tanto dure".

http://es.youtube.com/watch?v=cLGWmK-taoA&feature=related

viernes, 25 de enero de 2008

entreparéntesis

Hace tiempo que no veo ninguna película en blanco y negro. y por los quioscos siguen abordándome vendedores de nostalgia. Vuelve mi ansiedad por cambiar el mundo y no saber cómo hacerlo (para qué servirá lo que estoy estudiando?). Ya dije que conseguí mi abrigo rojo y hacía mucho que no escuchaba "Contigo" y con Sabina. Y no sé por qué ayer volviste a aparecer en mi cabeza, llevaba meses sin buscarte y de repente te plantas en medio de mi mundo.

Pero he aprendido a meterme en mi edredón para olvidarme de todo (o casi todo). Y por las noches intento descifrar los influjos de la Luna, pero desisto y me quedo en un coche con las luces encendidas esperando a que me beses porque vuelvo a tener ganas. Ese es el problema, y ya lo estoy estudiando yo en psicología, la activación sexual es curvilínea y aquí hay partida.

lunes, 7 de enero de 2008

Como siempre


En esta semana volví a tener las manos frías. Tú no estabas, aunque coincidimos (siempre en los mismos lugares, siempre en los bares) casi todos los días. Eché de menos a mis amigas, soñaba con saltar de nuevo en charcos de estrellas. Me regalaron un abrigo rojo y quería un revolcón contigo encima de las hojas del Retiro. Pero ya ha pasado el otoño. También pasaron los meses de verano, cuando empecé a conocerte más (lo que dejabas conocer). y pasó septiembre, y un viaje donde no me importó volver en los brazos de la fiebre por haber dormido en una estación de tren con un saco a medias. Y ha llegado el invierno y yo a medio vestir. Y con ganas de decir que te quiero. Y con miles de miedos.